'The Watchers' involucra maldiciones, paganismo, casas encantadas, monstruos y mas, en un juego que parece comenzar como un drama pero se va transformando lentamente en una gran historia de miedo que provoca muchísimos sobresaltos. Terror obsesivo ligeramente insano se acumula en este juego que puede resultar asfixiante por momentos, pero que desde el primer momento se ha catalogado como de los mejores de su género en los últimos años. Sombras, huecos y rincones oscuros, largos pasillos, espacios agobiantes, peligro acechando a la vuelta de la esquina, humo, luces parpadeantes... todos los clichés del género de terror tienen su origen aquí, con elementos usados a la perfección hasta llegar a un clímax que, si bien pierde algo de fuerza con el resto del juego, se resuelve de manera algo diferente a comparación de otros juegos de terror. Es un juego, o mejor dicho una travesía, que mantiene algunas de las lecturas y estéticas del expresionismo alemán y ofrece un experimento que hoy debe ser visto como precursor, ademas de reflexionar sobre los mitos y creepypastas, incluso con sobre género e identidad relevantes en la actualidad de un presente en el que la sociedad se cuestiona lo que es real y no, cuando la repetición de una idea (o una mentira) se hace una realidad difícil de rebatir. Este juego puede catalogarse como un slasher grosero, hiperbólico y grasiento que sube el volumen de salvajismo y roza la amoralidad para un disfrute zafio sin justificación irónica, que hubieran rodado perfectamente Umberto Lenzi o Bruno Mattei en los 80. Un troyano de gran estudio que se rebela ante la nueva regla de que solo está permitido consumir ese tipo de colesterol si nos viene envuelto con un juego tipo tráiler falso meta hecho de risas.
Personalmente describiría 'The Watchers' como una elegante, a la vez que inquietante historia que relata de forma más que interesante la eterna lucha entre el bien y el mal. Sin duda alguna puede considerarse como el mejor juego de terror de la historia, o al menos de la historia reciente y con medios modernos.