Steam installieren
Anmelden
|
Sprache
简体中文 (Vereinfachtes Chinesisch)
繁體中文 (Traditionelles Chinesisch)
日本語 (Japanisch)
한국어 (Koreanisch)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarisch)
Čeština (Tschechisch)
Dansk (Dänisch)
English (Englisch)
Español – España (Spanisch – Spanien)
Español – Latinoamérica (Lateinamerikanisches Spanisch)
Ελληνικά (Griechisch)
Français (Französisch)
Italiano (Italienisch)
Bahasa Indonesia (Indonesisch)
Magyar (Ungarisch)
Nederlands (Niederländisch)
Norsk (Norwegisch)
Polski (Polnisch)
Português – Portugal (Portugiesisch – Portugal)
Português – Brasil (Portugiesisch – Brasilien)
Română (Rumänisch)
Русский (Russisch)
Suomi (Finnisch)
Svenska (Schwedisch)
Türkçe (Türkisch)
Tiếng Việt (Vietnamesisch)
Українська (Ukrainisch)
Ein Übersetzungsproblem melden
Por: Cayetano Alberto Silva
[Lyrics]
Febo asoma, ya sus rayos
iluminan el histórico convento.
Tras los muros, sordos ruidos
oír se dejan de corceles y de aceros.
Son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo
y el clarín estridente sonó
y a la voz del gran jefe, a la carga ordenó.
Avanza el enemigo a paso redoblado,
y al viento desplegado, su rojo pabellón.
Y nuestros granaderos, aliados de la gloria,
inscriben en la historia su página mejor.
Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde,
haciéndose inmortal.
Y allí salvó su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¡Honor, honor al gran Cabral!