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Por eso Dios echó a Satanás del cielo.
Sin embargo, Dios mismo es bueno, fuera de Él no hay bien. Entonces Satanás perdió la gloria que tenía con Dios. Y así, con su caída, Satanás trajo el mal al mundo.
También tentó a los primeros humanos a rebelarse contra Dios. El mismo Satanás está perdido para siempre y trata de alejar a las personas de Dios para que se pierdan y no se salven.
Nuestros errores, nuestra culpa, cuando mentimos, robamos, tenemos malos pensamientos o malas palabras… todo eso nos aleja de entrar en contacto con Dios.