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dijo: Permítelo ahora, porque así
b nos conviene cumplir toda c justicia. Entonces se lo permitió.
16 Y Jesús, después que fue a bautizado, subió inmediatamente del
agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al b Espíritu de
Dios que descendía como c paloma
y se posaba sobre él.
17 Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Este es a mi b Hijo
amado, en quien me complazco.
a la raíz de los árboles; por tanto,
todo árbol que a no da buen fruto
es b cortado y echado al fuego.
11 a Yo a la verdad os bautizo en
agua para arrepentimiento, pero
b el que viene tras mí, cuyo calzado
yo no soy digno de llevar, es más
poderoso que yo; él os bautizará
con el c Espíritu Santo y con fuego.
12 Su a aventador está en su
mano, y limpiará su b era; y recogerá su trigo en el c alfolí y quemará la paja con d fuego que nunca
se apagará.
13 Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, a Juan, para ser
a bautizado por él.
14 Pero Juan se lo impedía, diciendo: Yo necesito ser bautizado
por ti, ¿y tú vienes a mí?
pecados.
7 Y cuando vio él que muchos
de los a fariseos y de los b saduceos venían a su c bautismo, les
decía: ¡Oh d generación de víboras!
¿Quién os ha enseñado a huir de
la ira venidera?
8 a Haced, pues, frutos dignos de b arrepentimiento,
9 y no penséis decir dentro de
vosotros mismos: A Abraham
tenemos por padre; porque yo
os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas
piedras.
que se cumpliese lo que fue
b dicho por medio de los profetas, que había de ser llamado
c nazareno.
CAPÍTULO 3
Juan el Bautista predica en Judea —
Jesús es bautizado, y el Padre proclama que Él es Su Hijo Amado.
Y en aquellos días vino a Juan el
Bautista predicando en el desierto
de Judea,
2 y diciendo: a Arrepentíos, porque el b reino de los cielos c se ha
acercado.
3 Porque este es a aquel de quien
habló el profeta b Isaías, cuando
dijo: c Voz del que clama en el
desierto: d Preparad el camino del
Señor,
enderezad sus sendas.
4 Y Juan estaba vestido de pelo
de camello y tenía un cinto de
cuero alrededor de sus lomos; y
su comida era langostas y miel
silvestre.
5 Entonces acudían a él Jerusalén, y toda Judea y toda la provincia de alrededor del Jordán;
6 y eran bautizados por él
años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al
tiempo que había averiguado de
los magos.
17 Entonces se cumplió lo dicho
por medio del profeta Jeremías,
cuando dijo:
18 Voz fue oída en a Ramá,
grande lamentación, lloro y
gemido;
Raquel que llora por sus hijos,
y no quiso ser consolada,
porque perecieron.
19 Pero cuando hubo muerto
Herodes, he aquí, un ángel del
Señor se le apareció en a sueños a
José en Egipto,
20 diciendo: Levántate, y toma
al niño y a su madre, y vete a la
tierra de Israel, que ya han muerto
los que procuraban la muerte del
niño.
21 Entonces él se levantó, y tomó
al niño y a su madre, y se fue a la
tierra de Israel.
22 Pero cuando oyó que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes, su padre, temió
ir allá; y advertido por revelación, en sueños, se fue a la región
de Galilea.
23 Y vino y habitó en la ciudad