Install Steam
login
|
language
简体中文 (Simplified Chinese)
繁體中文 (Traditional Chinese)
日本語 (Japanese)
한국어 (Korean)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarian)
Čeština (Czech)
Dansk (Danish)
Deutsch (German)
Español - España (Spanish - Spain)
Español - Latinoamérica (Spanish - Latin America)
Ελληνικά (Greek)
Français (French)
Italiano (Italian)
Bahasa Indonesia (Indonesian)
Magyar (Hungarian)
Nederlands (Dutch)
Norsk (Norwegian)
Polski (Polish)
Português (Portuguese - Portugal)
Português - Brasil (Portuguese - Brazil)
Română (Romanian)
Русский (Russian)
Suomi (Finnish)
Svenska (Swedish)
Türkçe (Turkish)
Tiếng Việt (Vietnamese)
Українська (Ukrainian)
Report a translation problem
Hay algo puro en Counter-Strike, una diversión natural y primigenia que quizás evoca a los tiempos en los que jugábamos de niños. También hay un obvio componente de nostalgia para millones de jugadores, que tuvieron su bautismo de fuego en este título, disfrutando largas tardes frente al PC y en cybercafes con esta combinación ganadora que pasó de simple mod de Half-Life en a convertirse en todo un fenómeno que ha perdurado con los años.
Cuida un poco los boosts y tira de servidores de aim. Jugar en LAN es lo que necesitas para terminar de jugar del copón. Menudo hijo de la gran puta eres, ya quisiera yo ese pedazo de AIM. Cabronazo, hijo de mil putas, te envidio muchísimo. Insisto, cuida un poco los humos y machácate con las flashes, con ese AIM puedes quedarte del copón, cabronazo.
Y a los que dicen que eres un manco ni puto caso, son un atajo de maricones del Call of Duty que solo les gusta lamer falos. Tu, sin embargo, juegas del copón, hijo de la grandísima puta. Qué suerte tenéis algunos con la genética.
Saludos y a darle fuerte, cabronazo.