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3.2 hrs on record
Si hay algún juego cambió el mundo de la estrategia digital y lo hizo popular entre muchos jugadores, ese es Rome Total War, de Creative Assembly, publicado en 2004. Ahora, que vivimos en tiempos donde el homenaje y la revisión de juegos antiguos es una moda, porque los juegos nuevos ya no levantan la misma admiración que sus antecesores, esta maravilla vuelve a ser publicada en una versión “Remastered”; o sea, no es una versión nueva, ni una simple actualización para ser jugado por los sistemas operativos modernos, sino una versión de mejora y puesta al día, sin traicionar las mecánicas originales.

Aunque se añaden algunas cosas de sus secuelas y unos gráficos más pulidos, ¿Vale la pena?, ¿Han traicionado el juego original? Veamos.
En primer lugar, el nuevo RTW Remastered viene también con las dos expansiones originales (Barbarians y Alexander). Ambas, por supuesto, también actualizadas y puestas al día. Estupenda noticia.

A bote pronto, el cambio de menús es más moderno, pero sin perder el toque original. Permite la opción de jugar con todas las facciones desde el principio, lo que está muy bien y había sido una de las pocas quejas del juego original.
A la hora de escoger facción, todo tiene un barniz nuevo en el aspecto gráfico, pero conserva su encanto antiguo, un aspecto vintage bien logrado.
El mapa de campaña es el mismo en líneas generales, su aspecto es muy de principios de siglo XXI, respira nostalgia en cada píxel, pero le han mejorado los colores y texturas. Además, ahora podemos rotar la cámara sobre él y hay mayores niveles de zoom. Una gran ayuda, teniendo en cuenta la gran cantidad de elementos que llegan a poblar el mapa según avanza la campaña.

Ya hablando de las mecánicas, han mejorado las presentaciones de datos, son mucho más claras, pero sigue siendo casi todo igual. Incluso la IA sigue siendo la misma, por desgracia. Aunque la cantidad de mods que ya han salido pulen algo este infortunio, no deja de ser un consuelo pequeño. Está bien conservar el encanto original, pero la IA ya era tontita para el 2004. No costaba nada darle un empujoncito.

La gran novedad en las mecánicas es la aparición de un nuevo agente, porque aparte de los clásicos diplomáticos, asesinos y espías, ahora hay comerciantes, que facilita tratos comerciales, manipulan la economía y se pueden mover libremente sin provocar amenazas de guerra. Se añadido un sistema de calidad de cosechas en las provincias, un poco extraño a primera vista para un veterano del juego, pero no deja de ser un aumento de la profundidad de gestión.

La diplomacia tiene también mejora, porque en el renovado sistema diplomático todo es más sencillo e intuitivo. La navegación por las distintas propuestas y ofertas de las facciones es hasta agradable comparado con la versión original.

Pero el principal objetivo y logro de esta remasterización es sin duda los gráficos. Hay texturas de mayor calidad, mejores efectos de iluminación y mayor variedad de unidades. No es el TW Rome 2, no se busca eso ni mejorarlo, sino dar mejor aspecto al Rome original sin perder su alma, y lo consigue.

También se ha agregado el mapa táctico durante las batallas, algo que da una mirada rápida a la situación general de la batalla con una vista cenital. Se agradece, que uno ya se va a haciendo viejo para ir saltando de lado a lado.

En fin, el TW Remastered apela a la nostalgia de los jugadores originales e intenta agradar a los nuevos con una versión adecuada a sus ojos acostumbrados a las virguerías modernas. No pierde su esencia en la mejora gráfica, es su gran logro, con ese aire retro que sigue ahí y bien conservado. Tampoco aporta demasiado más, quitando unos cuantos añadidos en gestión, diplomacia y otro agente, que se agradecen y dan más juego.

Si adoraste el original, esta versión actualizada no te va a poner mala cara. Es hasta recomendable pillarla, porque el original ya no chuta bien en los windows modernos.

Por otra parte, están los mods, fáciles de añadir si usas Steam. Todo un universo de mundos que dan nuevo vigor a un juego que ya es un clásico y parte de los recuerdos de una generación.

Pocos pueden presumir de tal legado.
Posted 7 August, 2023.
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13 people found this review helpful
5.4 hrs on record (3.6 hrs at review time)
Este juego es toda una novedad en el ámbito de los wargames. No mueves unidades sobre un mapa, pero hay mapa y unidades como en cualquier wargame. La diferencia es que das órdenes a cuerpos y ejércitos enteros, también a simples divisiones (como la División Azul) y estas se ejecutan al pasar turno, dándote el resultado de ellas y viendo en el mapa como se extiende o retira tu frente. No se necesita hacer 20 clics moviendo fichas, solo debo dar órdenes. Mecánica simple, pero a la vez con muchas tácticas a escoger y con eventos históricos que deberás resolver, como en el bando alemán ordenar la ejecución de los comisarios soviéticos, desviar en julio parte de tu ejército del sector centro al sur o al norte, permitir que los einsatzgruppen maten a sus anchas, ir directo a por Kiev o intentar un mayor cerco de tropas enemigas yendo hasta Uman... todo tiene consecuencias.

Por ejemplo, intento una penetración con el IV ejército Panzer en el sector norte, frente del Báltico, con apoyo aéreo (blitz) y si me sale bien ¿luego giro para rodear un montón de tropas soviéticas o sigo adelante sin pensar en fuel y munición (deep raid)? Mientras, puedo ordenar al LIV cuerpo de infantería que asalte a los superados. Decisiones y más decisiones. Todo con una presentación cuidada y un buen fondo histórico.

El juego viene con tres escenarios (Barbarroja, Tifón y contraataque soviético Dic-Mar 42). Se puede jugar en ambos bandos y la diferencia de uno a otro, en tácticas y decisiones, es total. Muy lograda la inmersión en cada bando. Te juegas una operación Barbaroja en una tarde y con pocos clics, aunque cada clic que des cuenta mucho.

El creador ya está pensando en una segunda parte “La carrera a Berlín”, del 42 al 45, con el añadido de los Aliados. Para mí, será compra segura.

Y por menos de 5 euros.
Posted 8 October, 2020.
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7 people found this review helpful
1 person found this review funny
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2.6 hrs on record (1.9 hrs at review time)
Este juego es una pequeña joya escondida en Steam y creada por Sathvik Software Solutions, un nuevo desarrollador independiente. Es sencillo de jugar, naif en sus gráficos y en principio parece fácil, un juego para pasar el rato en la espera del dentista. Como un Crusader Kings muy ligero, dedicado solo a la familia. Pero esconde una representación muy clara de los problemas económicos y sociales de la Roma republicana y el ascenso en su sociedad competitiva.
Eres un ciudadano romano de la V clase de las establecidas por el rey Servio Tulio, la más pobre, aunque por debajo todavía estaba el proletariado, pero esos muertos de hambre no cuentan. Tu te crees mucho más. Quieres ascender en la escala social y que alguien de tu dinastía llegue a ser un “♥♥♥♥ Novus” en el Senado, hasta alcanzar los mejores cargos del Cursus Honorum.
Para ello, cada personaje tiene en principio cuatro atributos: inteligencia, administración, elocuencia y combate. Aparte de varios modificadores y estados de ánimo que van surgiendo en la partida, como depresión o estrés, que pueden afectar a tu salud.
Tú y tu dinastía debéis prosperar en la sociedad romana desde el 500 AUC (253 a.C.), mediante el aumento de otras 4 características de toda la familia: influencia personal, el prestigio, el dinero y las propiedades. Para ello debéis tener buenos empleos, matrimonios beneficiosos, comprar diferentes terrenos, ganado, barcos de pesca y mercantes, ínsulas para alquilar… y descendencia con buena educación, la descendencia es vital.
También tu paterfamilias debe mostrarse al resto de ciudadanos como alguien ejemplar, participando y aportando dinerito contante a las múltiples deidades y sus festividades del calendario romano. No mostrarse a la sociedad se penaliza, porque poco a poco pierdes prestigio e influencia personal si no participas en todo lo que se hace en Roma.
El juego es muy realista en sus situaciones y eventos. La tasa de muerte infantil es tremenda y tener un heredero que llegue a adulto no es fácil. Por otra parte, las hijas son casi un estorbo. Pueden aportar dinero a la familia con un empleo cuando son jovencitas, pero si no las casas antes de las 18 luego hay penalización por guardarlas en casa. Pero si les buscas marido, se van a otra familia y ya no aportan nada a la tuya. Aunque escoger un buen pretendiente y gastar un pastón en la boda puede aumentar tu influencia personal y prestigio familiar. Aun así, lo importante es centrarse en los hijos y no gastar en las hijas, que se queden analfabetas hilando lana, al menos mientras no seas millonario. Desde luego, no es un juego políticamente correcto. Tampoco lo era Roma.
Al principio parece fácil, vas ganando dinero y ascendiendo, pero pronto todo se complica. No puedes ascender rápido porque todo vale mucho más si cambias de clase, tienes que mantener tu status y cuesta, si no lo haces, llega la degradación de vuelta a una clase inferior. Debes ser paciente, metódico en tus gastos y pensar en las generaciones posteriores. El juego va para largo. Un patricio no se hace en una generación.

En fin, el juego engancha por su sencillez, gran cantidad de eventos e historicidad romana, salvo algunas licencias, como el que puedas participar en carreras o combates. Pero se perdonan pronto. Queda todavía margen de mejora, como la parte de los cargos militares, pero las actualizaciones son continuas y es muy barato para lo que ofrece. Una buena idea aplicada con sencillez que merece nuestro apoyo.

Posted 2 October, 2020.
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10 people found this review helpful
13.5 hrs on record (3.1 hrs at review time)
Un juego en la línea del clásico Panzer General y el Panzer Korps, hexagonal, por turnos, pero con mucho mayor contenido. Aparte de un editor que permite crear toda clase de escenarios y unidades, no solo de la II Guerra Mundial, sino de cualquier época. 
El creador del juego, un chico joven con brillante futuro en los wargames,  es muy activo con la comunidad de jugadores, atento a las sugerencias y mejorando el juego de forma constante, muchas veces diaria. A las alturas de esta crítica todavía faltan las campañas del Pacifico (americana y japonesa), pero no dudo que se harán y que el juego seguirá puliéndose hasta convertirse en un digno sucesor de otros juegos más caros y con menos contenido.   
Espero que la comunidad responda y empiece a aumentar el número de mods y escenarios. 
Posted 5 September, 2020.
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11 people found this review helpful
44.6 hrs on record (38.9 hrs at review time)
Early Access Review
Estamos ante una pequeña joya de los citybuilders que merece ser reseñada.

Cliff Empire tiene lo mismo que otros juegos del género, con más renombre y más caros, tienen: variados edificios, cultivos, fuentes de energía, industria, comercio, sanidad, entretenimiento, desastres naturales (incluidos vistosos ataques de piratas espaciales), ciclos de día y noche diferentes, cámara a ras de suelo y misiones a cumplir. Todo ocupando pocos megas para lo que ofrece, muy fluido, carente de bugs y con unos gráficos más que resultones, que dotan al juego de un ambiente propio y original, de claras influencias en películas cifis de los últimos años, como Oblivion.

El escenario, en afilados riscos, está muy bien logrado. Te dan tres riscos o columnas de piedra donde construir tres ciudades, que en el fondo son una gran ciudad dividida en tres barrios independientes que puedes unir mediante largos y altos puentes. Esas ciudades deben sobrevivir y cooperar ante los desafíos del clima y los ataques piratas.

De esta manera vas consiguiendo méritos y llega un momento que desbloqueas la posibilidad de construir en las paredes de los riscos, luego en el suelo y, más tarde, la de gestionar también la estación espacial con la que comercian las ciudades, que es como otro juego dentro del juego, que todavía expande más las mecánicas. Un no parar de expandir las formas de jugar, lo que otros te venderían en dos DLCs y que aquí ya viene de fábrica. A la hora de hacer esta reseña, llevo casi 40 horas de juego y me faltan cosas por ver y descubrir. Una gozada.

El juego también tiene un árbol tecnológico muy bien pensado, que ayuda bastante a desarrollar tus fuentes de energía y, sobre todo, tu sociedad. Resalto la tecnología de poder construir edificios por módulos (uno encima de otro), que viene muy bien en riscos que, a la larga, te quedan pequeños.

Hasta la banda sonora merece elogios.

En fin, de esas joyas ocultas de Steam que merecen que dedique un poco de tiempo a reseñarlas y recomendarlas. Un juego que todo amante de los citybuilders debe tener en su colección.

Y el precio es de chiste para lo que ofrece.

Posted 27 March, 2019.
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20 people found this review helpful
5.9 hrs on record
Esta es la segunda versión de un buen juego. La mecánica y forma de jugar siguen siendo muy parecidas al Age of Gladiators original: contratas ojeadores, entrenadores, médicos y reclutas gladiadores, los entrenas, los armas y luego los envías a la arena cuando hay combates.
El gran cambio y añadido son la mejora gráfica general y los combates por turnos en un anfiteatro en 3D. Aunque puedes escoger ver los combates sin participar o simplemente que te den el resultado.
A la hora de combatir, en tu turno tienes puntos de acción que gastas hasta quedar a cero. Cada gladiador viene con los suyos, que puedes aumentar con entrenamiento, comprando pócimas o invocando su aumento en pleno combate (con un porcentaje alto de fallo). Algunos tienen pocos puntos de acción, pero son fuertes a la hora de golpear o resistentes a la hora de recibir. Por tanto, no todo depende de los puntos de acción, pero son muy importantes.
No tienes que gastar todos los puntos en cada turno, los que no gastes se añaden a tu porcentaje de bloqueo en el siguiente turno del contrario: Si no usas 2 puntos, tu bloqueo aumenta un 2%.
Hay tres golpes a escoger, cada uno con su valor en puntos de acción. Más la posibilidad de invocación de más puntos, de burlarte del rival (que no sé muy bien que hace, quizá aumente su posibilidad de fallar) o de conseguir un golpe más fuerte. Desde luego, si sabes moverte bien por la arena y golpeas por la espalda o el flanco con la posibilidad de golpe más fuerte, mucho mejor.
El fin último es agotar los puntos de vida del contrario, que al llegar a cero cae sobre la arena en un charco de sangre. Por supuesto, tu gladiador puede quedar herido y necesitar días de recuperación. Si pierde, también puede ser perdonado, pero depende del público.
Las peleas el primer año son de 1vs1 para no agobiarte en tus primeros pasos con un exceso de gastos, pero luego ya aparecen las peleas de grupo, más tácticas y divertidas, pero también de resultados más caros para tu bolsillo.
Hay por ahora, tres clases de gladiadores (murmillo, thraex y secutor) con sus respectivas armas y armaduras. Los escudos no están implementados todavía y no entiendo el motivo, pero esperemos que se añadan pronto. También hay peleas con animales como osos, leones y lobos.
En el aspecto económico, te basas en ganar peleas y apuestas, que pueden ser en contra, y en cumplir misiones que te den dinero para aumentar tus ingresos. También puedes gastar en comprar villas y terrenos, pero no dan dinero, solo aumentan tu fama, que es un indicador importante que te permitirá enviar a tus gladiadores a mejores ciudades y arenas hasta llegar a Roma y ser el number one de la lista.
Hay más eventos que en el AoG original, como contratos para asesinatos, donaciones de fans, trabajar de escoltas, proteger lugares o peticiones de tus propios gladiadores para ir a un sitio a solucionar un problema personal. Todo influye en su moral, que hay que tener en cuenta tanto como sus habilidades y fuerza. Hay gladiadores que les gusta participar en asuntos turbios y a otros solo en los legales. Por supuesto, también los puedes ejecutar y embolsarte su paga.
Sin olvidar los prestamistas, que siempre son una tentación.
En caso de necesidad, como falta de gladiadores, puedes comprar esclavos, siempre de calidad inferior, y enviarlos a la arena… apostando contra ellos. Porque es mejor enviar basura que no enviar nada cuando hay combates, que no da fama.
En fin, una buena mejora del original, con combates por turnos que pueden ser muy emocionantes y un mayor desarrollo de los eventos y la fama. Si te gustó el primer Age of Gladiatrors este es compra obligada.

Eso sí, espero el dev desarrolle más clases de gladiadores, ¡al menos el retiario!, sin tener que pasar por DLCs y añada los puñeteros escudos, que un murmillo sin escudo es como un Nerón sin lira.


Octubre 2018: Se han añadido escudos y un nuevo gladiador, el berseker bárbaro. El juego prosigue su desarrollo con interés.
Posted 25 September, 2018. Last edited 2 November, 2018.
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8 people found this review helpful
4.0 hrs on record
En la mejor línea de la saga Caesar llega este nuevo juego de ciudades romanas. Se encuentra todavía en desarrollo, pero tiene un creador entregado a la tarea y dispuesto a añadir cosas a la vieja fórmula de los Caesar, sin perder el aire retro a los años 90.

Empire Architect lleva desde octubre de 2017 en Steam y ha sido creado por Batholith Entertainment, una empresa indie de un solo desarrollador, Chris McAulay, que se ha lanzado al mundo de los videojuegos dispuesto a renovar un clásico. Su inspiración principal es la mítica Saga Caesar y a primera vista parece un calco con gráficos viejunos. Pero según se va jugando, se descubren importantes diferencias, todas a mejor (a pesar de los gráficos).

El juego se puede jugar a nivel campaña, que por ahora tiene 11 niveles y es muy semejante a la campaña de los Caesar , o en modo sandbox, donde se manifiesta en todo su esplendor.

Los mapas en Empire Architect son procedurales, esa es la primera diferencia con los Caesar, y en cada uno se puede desarrollar, si quieres, más de una ciudad, aparte de la tuya. Sí, puedes tener vecinos de la IA y jugar contra ellos. En esto se parece al Age of Empires. Pero no hay multiplayer y el ritmo de juego es mucho más lento, más centrado en el desarrollo urbano que en quien fabrica más rápido un ejército para acabar con los demás. Pero, bueno, si los puedes conquistar, mucho mejor.

Hay cadenas de producción de materiales y productos manufacturados en mayor número que en el Caesar. Por lo que hay más variedad de recursos. Los edificios públicos no necesitan estar pegados a una calle para funcionar, como en el Caesar III. Tienen un rango de influencia, que se puede incrementar si añades mármol a la construcción.

Hay un árbol tecnológico, en el cual se van desarrollando ventajas, como que los arqueros tengan más alcance, los carros de transporte aumenten su velocidad o que los trabajadores de manufacturas sean más productivos. El desarrollador va añadiendo más avances en cada actualización.

Las casas de los ciudadanos tienen hasta 3 niveles, que no suben de forma automática cuando se alcanza lo necesario para ello, sino que es el jugador el que tiene la opción de hacerlo. Así se tiene más control a la hora de crear zonas patricias y pobres en la ciudad. Por ejemplo, quizá no interesa subir de nivel determinadas casas cerca de las granjas, ya que si sus habitantes suben de nivel ya no trabajaran en ellas. De esta manera, puedes crear barrios pobres y lujosos a voluntad, en un proceso bastante realista.

Por otra parte, los ciudadanos son más reales, necesitan descansar y pierden tiempo yendo y viniendo de casa, no se está todo el tiempo produciendo al mismo ritmo o trabajando en el curro como robots. Así que los recursos no crecen de forma continua. Hay molestos parones. Los ciudadanos también tienen deseos y necesidades inmediatas, que debemos intentar cumplir sin dejar pensar en el conjunto. Hay algunos ciudadanos cuyos deseos siempre se quedarán sin cumplir, por mucho que sueñen con ellos, porque han nacido pobres y es su triste y conveniente (para ti) destino. Pero no debemos descuidar la felicidad general, que es un aspecto básico para que la ciudad funcione.

El número de edificios públicos y sus nombres son similares a los de la saga Caesar, aunque hay algunos nuevos y muy interesantes, como la casa de juego de dados, para entretener un poco a la gente, o la ceca de moneda, que viene muy bien para aumentar el dinero.

Por supuesto, también podemos establecer rutas comerciales con otras ciudades y sacar buenos beneficios de nuestra producción. Pero siempre dejando algo para el emperador, pues como buen juego inspirado en la saga Caesar, en Empire Architect también tenemos que sufrir sus pesadas peticiones y sus amenazas.

En definitiva, un juego de aspecto simple y retro, pero profundo de mecánicas, al que en la última actualización acaban de añadir pantallas de estadísticas, para que podamos controlar de una manera más clara los efectos de nuestras decisiones.
Para nostálgicos de la saga Caesar es casi obligatorio, porque sigue su modelo y añade nuevas e interesantes opciones. Además, está en español. Lo que es todo un detalle.

Por cierto, el desarrollador está pensando en expandir el modelo a otras culturas: griegos, persas… oh, sí, como hicieron con la saga Caesar.
Posted 13 August, 2018.
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4 people found this review helpful
7.6 hrs on record (2.7 hrs at review time)
Se presenta como un espectáculo de violencia y codicia. Y no miente, lo es y mucho, no se para entre chorrazos de sangre y gemidos guturales. Domina no defrauda si buscas desahogarte viendo matanzas sangrientas en 8 bits.

Domina salió en Steam en Abril del 2017 y un año después sigue con actualizaciones y arreglos que depuran los combates y los numerosos bugs con los que salió en un principio, que no fueron pocos.

En un principio eres la heredera de la familia gladiatoria de tu padre, que debe llevar a delante el negocio de enviar gente a ser trinchada. Tiene modo campaña de un año de duración, donde debes llegar a Roma pasando por diferentes ciudades y venciendo a sus campeones y el modo sandbox, que es a tu aire. Tiene parecidos con el Gladiator School y el Age of Gladiators, juegos salidos también estos dos últimos años y que han promocionado el género de luchas de gladiadores en PC. Pero hay grandes diferencias con ellos.

Desde principio a fin tienes que matar y ganar dinero con brutos enfadados que trabajan para ti destrozando a rivales en la arena. Hasta ahí todo igual, pero en Domina las peleas tienen un mayor ambiente y animación gráfica a raudales, con figuras de 8 bits golpeando, saltando, hiriendo, soltando chorrazos de sangre y desmembrando cuerpos... ¡esquiva esas cabezas volando! ... aparte de más variedad en las formas de combates, con peleas de grupos, con gladiadores encadenados al suelo, fieras sueltas a pares … y una estupenda banda sonora acorde con el mundo 8 bits.
Además, los puedes dirigir tú mismo. Aunque mediante letras del teclado y el ratón, lo que hace bastante enfarragoso el combate.

Las arenas son dos: anfiteatro y combate privado para los sponsors. En ambas hay premios, pero mayores en la arena. Sin embargo, si no das espectáculo a tus sponsors se pueden molestar.
También hay un modo de carreras de carros, que no cuadrigas, bastante surrealista y, en mi opinión, poco desarrollado.

Los gladiadores son de tres clases históricas (murmillo, retiarius y thraex) y tienen diferentes habilidades a mejorar con entrenamiento, mediante un “doctore” contratado, que va investigando técnicas; pero en combate lo único que se visualiza es un número de fuerza, que es mejor que sea superior al del rival. Aunque eso no garantiza la victoria, pues los niveles de armas tienen una importancia vital… perdón, mortal. Hay que gastarse el dinero en mejorar sus armas y defensa, que es la mejor inversión para progresar.

También hay cartas a repartir entre tus gladiadores, que recibes por victorias y dan ventajas en combate o en recuperación de salud. Un añadido muy interesante.

Tus chicos también tienen un estado de ánimo, que se puede ir mejorando subiendo su paga y dándoles vino para que no se vuelvan un problema. En todo caso, siempre los puedes ejecutar, liberar o vender.

El combate mejora y es más vistoso que en Gladiator School y Age of Gladiators, pero el componente de gestión es mucho más elemental que en ambos. Existe comida, vino, agua y oro que se consumen y hay que renovar mediante victorias en la arena o comprando en el mercado. También hay sponsors, un civil y un militar, que pueden apadrinar gladiadores, lo que te ahorra su manutención, te ofrecen la oportunidad de dar espectáculos privados y te dan su apoyo para que ganes más premios. Aunque hay que contentarlos a menudo con regalos de vino. Pero no hay mucho más: Ni construyes edificios, ni agrandas tu villa, no hay cárcel, dormitorios, asaltos de bandidos, plagas de ratas, porteros, cocineros, herreros, no hay negocios rivales, ni ligas, ni peticiones imperiales, etc… solo unos cuantos ayudantes y eventos con decisiones a elegir. En esto Gladiator School le da mil vueltas.

Domina se basa en entrenar gladiadores hasta convertirlos en bestias y lanzarlos a la arena para disfrutar de sus combates. Está muy centrado en los gladiadores, mejorar sus armas y habilidades, y casi nada en el negocio que los rodea. Pero no por ello deja de ser muy divertido, una gozada casual, con combates de gráficos retro, llenos de movimiento, vibrantes, emocionantes y repletos de sangre,.. ¡a chorrazos!






Posted 5 April, 2018.
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10.7 hrs on record (3.4 hrs at review time)
¿Te gusta adornar tu coche con espolones de bronce? ¿Ves el dibujo de una galera y te dan ganas de bogar en un banco del parque? ¿A tu gata la llamas Salamina? No lo pienses más. Mare Nostrum es tu juego.

Por fin un juego táctico sobre galeras de la antigüedad para los wargameros de hoy. No se había hecho nada parecido hasta ahora, si descontamos el Rome Total War 2, cuyas batallas navales son más Hollywood que realidad.
Su creador es la empresa española Turnopia, ya famosa por su primer y original lanzamiento: Quadriga.

Este segundo proyecto sobre la Antigüedad deja los circos romanos y se pasa al Mar Mediterráneo, para ofrecernos una amplia selección de batallas navales que van desde el siglo VI a.C. hasta Actium (31 a.C.). Aparte de un modo escaramuza, que nos permite crear nuestra propia flota para luchar contra la IA o un humano rival en un mapa a elegir.

El aspecto es similar a los wargames de tablero por turnos, manejas una flota contra otra rival con figuras de barcos moviéndose en un tablero marino dividido en hexágonos. Pero los turnos son WEGO, o sea, simultáneos. Mueves tú y a la vez mueve la IA o tu rival humano. Luego verás el resultado de tus órdenes en el turno de resolución, que se puede acelerar o retardar a tu gusto. Por lo que debes predecir los movimientos del rival y confiar en tu intuición, como cualquier almirante de la antigüedad.

Las flotas tienen almirantes y comandantes secundarios, con rango de alcance de sus órdenes, representados por barcos con estandartes. Fuera de rango, los barcos se mueven a su aire, ajenos al control del jugador, por lo que hay que estar atento a no dispersar la flota.

Las órdenes que se pueden dar a los barcos pueden ser órdenes grupales o individuales, que son tres: bogar, usar el espolón e intentar amarrarse a otro barco. Desde estas premisas, los barcos pueden ser hundidos, capturados, crujidos, quemados, con los remos rotos por una borda (o las dos) o sufrir la muerte de la mayoría de los marineros por la artillería enemiga, que se dispara de forma automática al acercarse a un barco del bando contrario.
La batalla puede convertirse en un infierno de abordajes, barcos ardiendo a la deriva, restos de naufragios y naves capturadas que huyen del desmadre.

En los abordajes se ven soldados en forma de cilindros del color de tu bando ocupando el barco contrario. No es que sea un virtuosismo gráfico como la representación de los barcos, pero cumple.

Los barcos son muy diversos, toda una amplia lista que abarca los cinco siglos del juego. Desde pequeños “lembi” y “pentecónteras” a los grandiosos “decares” ptolemaicos y romanos, sin olvidar los poderosos quinquerremes cartagineses. En total, 14 modelos de barcos. Además, en el modo escaramuza estos barcos son configurables, pudiendo añadirles velas, máquinas, más hombres y hasta el “corvus” romano.

El juego incluye también rasgos de acentuado realismo, como la fatiga de la tripulación, la niebla, lluvia, viento y reglas especiales para buques de tesoros, barcos anclados y barcos de transporte.

A primera vista, se divide en campañas, que son una sucesión de batallas en una determinada época (Guerras Médicas, I Guerra Púnica, etc…), que deben ir ganándose una a una. Todas están representadas con un realismo histórico notable y da gusto (y algo de cabreo) jugarlas.

Pero donde más brilla Mare Nostrvm es en el modo escaramuza, ya sea en solitario o en el multiplayer. Este último, con el ya famoso sistema de Slitherine, es de una facilidad tremenda, que te permite jugar múltiples batallas históricas y de escaramuza a la vez, por lo que es un juego ideal para torneos y campeonatos entre jugadores.

El único pero es la falta de un editor de escenarios, que le daría mucha vida extra.

En fin, si te gustan las batallas navales o los juegos de táctica con una IA decente, Mare Nostrvm cumple las expectativas.
Posted 8 December, 2017.
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70.8 hrs on record (12.8 hrs at review time)
Los juegos tácticos por turnos sobre la Antigüedad al fin tienen un digno representante. Buenos gráficos, muchos y variados ejércitos a elegir, una excelente inteligencia artificial para sumergirte en las batallas de la Antigüedad y un estilo propio característico. Pelea con soldados de plomo animados en enormes batallas o pequeñas escaramuzas, participa en campañas o hazlas tú mismo. Sé César en la Galia o Mitrídates dando estopa por el Ponto. Así es Field of Glory II.


Este juego es el sucesor del Field of Glory, sacado hace años por la misma empresa, Matrix Games, y que tuvo mucho éxito y bastantes expansiones. No era más que la traducción a ordenador de una serie de juegos de figuras muy conocida por los wargameros. Buscaron mantener ese ambiente de juego de soldaditos de plomo y sus gráficos eran, por tanto, como una batalla de figuras sobre un tapete. Pero la mecánica y las reglas eran estupendas. Lo que no dejaba de ser original y un desafío a los Total War, de gráficos de última generación pero de mecánicas simples. Sobre todo, era un juego que destacaba en las batallas multijugador. Con un sistema propio, muy ágil y rápido, que permitía jugar varias batallas a la vez.

Han pasado los años y la gente exige más calidad y una IA más competente para cuando se batalla solo. Se necesitaba una evolución del primer Field of Glory y fue desarrollada para Matrix por los chicos Byzantine Games, especializados en juegos tácticos y creadores de éxitos como Pike&Shot y Sengoku Jidai.

Este nuevo Field of Glory bebe mucho de esos juegos en el aspecto gráfico y mecánica. El escenario de batalla se divide en cuadrados (amantes de los hexágonos, ¡no lloréis!), donde movemos nuestras tropas, divididas en unidades animadas, mediante turnos sucesivos de cada jugador. Hay 48 naciones a escoger, cada una con su lista de unidades, que van desde el año 280 al 25 a.C. Aunque algunas listas son pequeñas y no tienen mucho donde elegir. Es evidente que el juego tendrá expansiones en el futuro con más unidades y ejércitos de otras épocas. Ya escuché a un pajarito que hay pensada una de griegos y persas. Por cierto... ¡Tiene elefantes!

Podemos elegir entre cuatro campañas históricas (Pirro, Aníbal, César y Mitrídates) o hacer una campaña “sandbox”, a nuestro aire, escogiendo una nación cualquiera. La campaña no es más que una serie de batallas encadenadas, pero que pueden variar según los resultados y las opciones que escojamos. También hay una buena lista de batallas históricas y la posibilidad de crear batallas personalizadas a nuestro gusto. La variedad de opciones es inmensa.

Las batallas en si son muy tácticas, con diferentes opciones para el jugador según las unidades que tenga. Cada soldado de una unidad representa a otros 60, que forman en líneas y columnas que se van debilitando y reduciendo según mueren en combate. Por ejemplo, una cohorte romana son 8 soldados en dos líneas de 4 (480 hombres). Esto hace que las grandes batallas sean más manejables y claras, sin miles de figuras moviéndose por el escenario. No es tan vistoso como un Total War, pero sí más cómodo e igual de emocionante. Cuando ves como muere un soldado, cayendo al suelo, sabes que otros 59 lo hacen y se siente mucho más, os lo aseguro.

Tus unidades pueden desorganizarse, fragmentarse y finalmente romperse saliendo en huida, desorganizando a las unidades amigas cercanas. Pero también pueden volver a organizarse y regresar a la batalla si tu general está cerca y los vuelve a juntar. Por otra parte, tu estupenda línea de batalla se puede romper si a tus unidades les da por perseguir a las enemigas que huyen. No digamos los simpáticos elefantes, que suelen ir a su bola. En fin, no todo es ciencia táctica exacta. A veces, tus soldados pasan de tus órdenes y te la lían parda.

Hay una clara diferencia entre unidades ligeras, medias y pesadas, tanto de infantería como de caballería. Cada una con sus virtudes y defectos. También hay artillería y… oh, sí, ya lo dije… ¡Elefantes! Que son realmente duros, mientras no se vuelvan majaras del todo.

Al final, si derrotas al suficiente porcentaje de enemigos, ganas la batalla, y te aparece una estadística completa de muertos, heridos y capturados en las diferentes clases de tropa.
Se echa de menos la falta de murallas, que impide crear y luchar en asedios, con lo importantes que eran en la Antigüedad, o una mayor variedad de edificios. Esperemos que próximas expansiones arreglen esta carencia.

Pero donde más brilla el juego es en el multiplayer. Es fácil montar una partida entre dos jugadores, gracias al sistema de multijugador de Matrix/Slitherine. No hay que enviar ningún archivo por correo ni hacer nada raro. Te metes en la sección de multiplayer, eliges batalla o la creas tú mismo y esperas a que alguien la acepte, o si ya tienes un rival, podéis ponerle una contraseña para que solo la juguéis vosotros o quien tenga la clave. Nada más. Si no estás conectado, el sistema te avisa por email si tu contrario ha movido y que te toca.

Por otra parte, destaca su facilidad para crear escenarios y modificaciones. En un mes desde su salida, ya hay varias batallas y campañas creadas por jugadores (que se descargan directamente desde el juego) y algunas modificaciones, como el aumento de zoom para ver mejor las miniaturas de los soldados, que están muy cuidadas y son pequeñas obras de arte animado.

En definitiva, una joya de la táctica por turnos con mucho futuro por delante y una comunidad creciente.

Por cierto... ¡tiene elefantes!
Posted 10 November, 2017.
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