En ese mundo alternativo, la vida sería una mezcla peculiar de pasiones y hábitos compartidos. Imagina un paisaje donde las calles están pavimentadas con pasta base, los edificios llevan los colores vibrantes del equipo Peñarol y el sonido de las explosiones de Counter Strike 2 se escucha en cada esquina.

En lugar de reuniones sociales convencionales, la comunicación se lleva a cabo exclusivamente a través de Discord. Desde la organización de partidas de Counter Strike 2 hasta discutir estrategias para dominar el campo de batalla, Discord sería el centro neurálgico de la interacción social.

Y, por supuesto, en este mundo, el olor a marihuana sería omnipresente. Desde las plazas públicas hasta los hogares privados, la dulce fragancia de la hierba se mezclaría con el aroma reconfortante de la pasta base que impregna el aire. Sería un mundo donde la relajación y el disfrute se entrelazan con las actividades cotidianas, donde fumar marihuana se convierte en un ritual tan común como tomar café por la mañana.

Aunque para algunos este mundo podría parecer surrealista o incluso caótico, para sus habitantes sería simplemente su forma de vida. En esta sociedad donde la pasión por el fútbol, los videojuegos y el cannabis se fusiona, la diversión y la camaradería estarían siempre presentes, creando un sentido de comunidad único y una conexión profunda entre sus habitantes.


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