Instale o Steam
iniciar sessão
|
idioma
简体中文 (Chinês simplificado)
繁體中文 (Chinês tradicional)
日本語 (Japonês)
한국어 (Coreano)
ไทย (Tailandês)
Български (Búlgaro)
Čeština (Tcheco)
Dansk (Dinamarquês)
Deutsch (Alemão)
English (Inglês)
Español-España (Espanhol — Espanha)
Español-Latinoamérica (Espanhol — América Latina)
Ελληνικά (Grego)
Français (Francês)
Italiano (Italiano)
Bahasa Indonesia (Indonésio)
Magyar (Húngaro)
Nederlands (Holandês)
Norsk (Norueguês)
Polski (Polonês)
Português (Portugal)
Română (Romeno)
Русский (Russo)
Suomi (Finlandês)
Svenska (Sueco)
Türkçe (Turco)
Tiếng Việt (Vietnamita)
Українська (Ucraniano)
Relatar um problema com a tradução
Que un día en su bosque encantado lloró
Porque a pesar de su magia
No había podido encontrar el amor
La luna, su única amiga
Le daba fuerzas para soportar
Todo el dolor que sentía
Por culpa de su tan larga soledad
Es que él sabía muy bien que en su existir
Nunca debía salir de su destino
Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás
Solo tendrás que saber reconocerlo