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Fallout 4 es un juego de “pseduo rol” ambientado en un post apocalipsis nuclear, donde la Tierra nunca conoce los transistores, la cultura se estancó en la década de 1950 y todo se fue al garete por una gran guerra nuclear.

En el juego controlamos al único superviviente del Refugio 111, refugio donde se resguardó cuando cayeron las bombas, y después de 110 años en criogenia despierta con la noticia de que su pareja fue asesinada y su hijo Shaun fue secuestrado por lo que debemos salir en su búsqueda en la inmensidad de la Commonwealth de Massachusetts. Durante la nuestra misión de recuperar a nuestro hijo descubriremos que ha sido raptado por El Instituto, una organización con tecnología de punta que se dedica a crear Synths, humanos sintéticos, para infiltrarlos como humanos reales dentro de la Commonwealth y así poder ejercer su control político desde las sombras. Para poder llegar al Instituto deberemos de pedir ayuda a las demás facciones de la región, a cambio de que les ayudemos a cometer sus propios intereses y dependiendo de con cuál facción hagamos una alianza el destino de la región será uno u otro.

Nuestro avatar, a quien personalizamos en el prologo del juego, cuenta con ciertos atributos lo cuales influyen en la manera de jugar y nos darán acceso a unos u otros beneficios conforme subimos de nivel. Se sube de nivel cumpliendo con misiones, derrotando enemigos. Descubriendo lugares y poniendo a prueba nuestras habilidades. En teoría, puedes progresar en el juego de acuerdo con un rol dado por tus atributos sin embargo por lo general todo se reduce a tiroteos.

Del juego me agradó bastante su mundo abierto, es demasiado consistente a lo que seria una ciudad en ruinas y tiene tanto detalle que si te fijas bien verás que cada sitio te cuenta una historia de lo que ahí ocurrió con la disposición de los objetos que forman la escena. También me gusto la mejora bestial que le hicieron al gunplay y aunque no es mi estilo de juego se agradece porque es necesario liarse a tiros para progresar en el juego. La radio del juego también es de lo más destacable pues tiene la mejor selección de canciones y al locutor más complejo de la franquicia incluso tiene su propia misión la cual es enternecedora.

Si bien el juego es bastante genial tiene muchas cosas que me disgustaron e hicieron que no lo disfrutara tanto empezando con el rol, pues con respecto a títulos anteriores se simplificó bastante: La mayoría de beneficios de subida de nivel se centran en el combate y el looteo, las opciones de dialogo se reducen a “si” “no” “¿qué” “comportarse como imbécil” además de que son ambiguas y no dan una idea de lo que dirá tu personaje y responderá el otro y aun así la elección de lo que dirás en la mayoría de casos solo afectan en cuanto mas hablaras con el NPC.

Otro aspecto que me desagradó del juego fue la historia y el gameplay relacionado a ella. Casi siempre te contarán algo, te pedirán que vayas por un objeto o a matar a alguien para poder darte más información y otra vez a ir por un objeto o a matar a alguien para el siguiente paso haciendo que la trama pierda el ritmo y entre en disonancia. Por otro lado los enemigos y muchas misiones se sienten metidas al juego como fan service lo que resta credibilidad al mundo si has jugado entregas anteriores. Salvo algunas sidequiest, y algunos personajes, toda la historia se me hizo genérica.

Iba a escribir un párrafo extenso sobre los bugs del juego pero pues tratando de Besthesda la mayoría ya se sabe la historia “it just works”. Solo me quejaré de un bug que hacía detenerse al juego justo en la cinemática final de la campaña principal. También quiero señalar que si bien la mayor parte de problemas se arreglan con parches y mods no oficiales hechos por la comunidad el juego no da logros si estos mods están activos lo cual me desalentó de instalarlos.

En conclusión, Fallout 4 es un gran juego, sí, pero si has jugado las anteriores entregas, sobre todo New Vegas, puede decepcionar. La historia no es tan genial y el rol está muy diluido. Tira más a un looter shooter con árbol de habilidades.

The Great Perhaps es un juego 2D de desplazamiento lateral donde controlamos a Kosmos, un astronauta que al despertar de su sueño criogénico, que duró 100 años, viaja de vuelta a una Tierra azotada por un cataclismo para conocer el destino de su familia. Al llegar a la Tierra aterriza (o más bien se estrella) en su antigua ciudad, ubicada en algún país europeo del bloque Comunista. Lo primero que encuentra es una linterna que le permite ver una imagen del pasado e incluso viajar a este durante un periodo corto de tiempo. Así con la ayuda de la linterna y con la guía de L9, una inteligencia artificial montada en su traje espacial emprende su viaje.

Lo más llamativo del juego es la idea en general de poder ver una imagen de pasado y tener que transportarse a través del tiempo para poder progresar. No es un concepto original, pero en mi caso siempre es interesante jugar con mecánicas que exploten la idea. Sin embargo, en este juego cojean bastante, incluso pareciera que el juego no fue desarrollado alrededor de usar la linterna, sino que solo se usa como excusa para cuadrar la narrativa con el gameplay. Viajar al pasado se limita a tomar algún objeto o pasar por algún obstáculo, como una puerta que está cerrada en el presente. No hay ninguna interacción que hagas en el pasado que sea reconocible en el presente, lo cual hace que no sea para nada interesante el poder viajar en el tiempo.
Otro gran problema que encontré en el juego, al menos para mí, fue la dinámica de morir. Morir en el juego no aporta nada salvo romper el ritmo. Si bien la linterna te aporta una imagen de la otra época para no aparecer frente a un enemigo, la mayoría de las muertes son estúpidas y algunas hasta injustas y el único castigo es volver al último checkpoint para intentarlo de nuevo.

Pese a los dos grandes problemas que le encontré al juego lo encontré entretenido, es corto, va al grano con su historia y la mayor parte del tiempo es divertido cambiar entre presente y pasado. El arte del juego es bonito a ms ojos, con todas esos murales y arquitectura soviética y pequeños detalles que te cuentan el destino de los antiguos habitantes de la tierra.

Estamos frente a una novela virtual con un argumento super sencillo: Encontramos un teléfono y, como debe ser, toca husmear entre los mensajes de texto, correos, fotos, etc. Y esa misma es la jugabilidad, solo abrir el juego después de un mensaje presentando el titulo nos encontramos ante la interfaz de un teléfono, con sus aplicaciones de mensajería y hasta con un reproductor con varias cancioncitas de corte indie para acompañar el chisme.

Pero ¿cuál es el punto de leer mensajes ajenos? Pues Accidental Queen nos quiere contar una historia, la historia de Sam. Descubriremos quien fue Sam leyendo sus mensajes de texto y correos, aprenderemos sobre sus gustos, sus relaciones con su entorno, hasta de sus hobbies. Con el fin de conocer más sobre Sam y por qué perdió su teléfono (el chisme mueve pues) tocara desbloquear otras aplicaciones, deduciendo contraseñas mediante las conversaciones que Sam tiene con sus amigos y ahí es cuando las cosas se ponen más interesantes pues conforme descubres información más íntima sobre Sam aquellos mensajes y correos tienen un sentido completamente diferente.

Este juego fue una pequeña sorpresa, no porque la historia sea la mejor jamás escrita o siquiera porque se compleja. De hecho, fue lo contrario, el dilema de Sam se presenta de forma tan natural e intimista que te hace crear empatía por la persona o en mi caso lo logró al punto de sentir orgullo por ella.

The Chameleon es un juego de sigilo con estética retro de juego de PS2 donde debemos avanzar escabullirnos por un complejo repleto de guardias que nos matan de un golpe. A lo largo de los pocos niveles que tiene el juego debemos encontrar los mecanismos y nuevas habilidades para poder seguir adelante… ¡O al menos esa sería la premisa si el juego no estuviera roto!

El concepto del juego está guapo y de hecho es divertido, pero se nota bastante que se quedo lejos de lo que el desarrollador quería entregar. Se pueden enumerar un montón de fallos con la IA enemiga y la física de los enemigos, pero son fallos técnicos que se pudieron haber corregido si se hubiese trabajado más en él. Quiero pensar que se abandonó el proyecto por falta de presupuesto y tiempo, una pena.

El titulo no da mucho de que hablar por lo corto y roto que está. Es divertido, sí, sobre todo por sus bugs pero también es frustrante a por lo mismo. La estética y música retro le dan un punto favor. Nada más. Recomendable para una tarde de risas, aunque las logre de manera involuntaria y porque es producto de talento mexicano, hay que apoyar la industria local si lo merece.

Conclusión Yo soy el Camaleón.

What Remains of Edith Finch es una narración interactiva donde, desde la perspectiva de una joven Edith, exploramos su antigua casa tratando de descubrir el misterio que envuelve una supuesta maldición familiar relacionada a la muerte.

En cada habitación nos contará la historia de su antiguo habitante. Cada libro, cada mueble, cada decorado nos contará mucho sobre la personalidad del Finch que vivió ahí. Además de eso podremos vivir en carne propia una pequeña historia sobre el destino de nuestro familiar, experiencias que pueden ser tan fuertes, tan impactantes como ver un par de trenes corriendo hacia un inevitable choque frontal.

Me es difícil escribir sobre este juego porque mecánicamente es tan sencillo como caminar y cliquear, el peso está en las historias que te cuenta el juego pero hablar tan solo un poco de ellas a mi parecer puede arruinar la experiencia.

A Bird Story es una novela visual sobre un niño y su pajarito (no guiño intended). Es un relato corto, hecho en RPG Maker, donde la única interacción que tenemos con la narrativa es presionar de vez en cuando alguna tecla.

Pese a la falta de mecánicas jugables , A Bird Story te atrapa por su tierna trama que va a acompañada de una linda música. Hablar más del juego seria un spoiler pues es realmente corto... ehmmm y pues ya.

INSIDE es un juego de aventuras donde hay que guiar a un pequeño a escapar de una especie de complejo científico. Para poder progresar es necesario resolver variedad de rompecabezas con las herramientas que nos ofrece el entorno como cajas, sogas e incluso otros personajes.

El juego no ofrece ninguna clase de narrativa verbal, por lo que lo hay que fijarse en los detalles y en tus acciones como jugador para darse una idea de lo que está sucediendo. Los efectos de sonido, los juegos de luces y sombras e incluso las físicas del personaje en ciertos momentos hacen que este juego se vuelva una experiencia terrorífica de esas que te hacen cuestionar tu existencia para mal.

Las mecánicas de INSIDE son en general sencillas, solo dispone de un batón para salto, uno para realizar acciones y el stock para despasarte lateralmente, controles suficientes para poder resolver los rompecabezas los cuales tiene una dificultad justa para hacerte pensar por un par de minutos, pero no para quedarte atascado sin saber que hacer.

En mi opinión INSIDE excelente. La narrativa atmosférica hace un gran trabajo y el hecho de que los rompecabezas no sean tan complicados no te hacen perder el ritmo de su enganchaste trama. A niveles técnicos también me gustó bastante pues su sistema de físicas está muy bien cuidado, reaccionando de manera natural a ciertos movimientos. INSIDE es un juego que recomendaría bastante para quien busca una pequeña aventura en la que puedes ir lento pero que no deje de mantenerte al borde del asiento.

Jounrey es un precioso juego de exploración donde atravesamos un vasto desierto con el objetivo de llegar a la cima de una montaña- Durante el trayecto podremos encontrar a otros compañeros de viaje (jugadores a través de su función online), los cuales simplemente caminaran al lado nuestro.

El juego tiene dos simples mecánicas: el salto, que solo se puede hacer si tenemos la “energía” para hacerlo, y un gesto parecido a un aullido o llamado. Mecánicas suficientes pues el objetivo del juego es simplemente avanzar y apreciar los bellos paisajes áridos.

Carente de narrativa verbal, queda a interpretación del jugador la historia que Journey nos quiere contar, aun así, el juego es más una experiencia que un cuento. La música, las bellas vistas, el sonido de la arena a cada paso y la repentina presencia de otro jugador con el que no puedes comunicarte salvo con un gesto y brinquitos provocan un sentimiento entrañable-

Journey es un juego que debe jugarse con delicadeza pues más parecido a escuchar una pieza de música clásica o ver un cuadro. Es más para apreciar que para participar, por lo que puede no ser un juego para todo el mundo.

Lo que más me gusto de Journey, solo después de su apartado artístico, fue el poder jugar con otra persona. Pese a que fue difícil poder encontrarse por el camino a alguien por la poca gente que juega hoy en día el juego pude emparejarme con unas cuantas personas. Una de estas pocas veces que me encontré con alguien mas fue en los últimos momentos del juego y fue realmente hermoso, casi se me salía el corazón de la emoción.

Buena historia, dinamicas divertidas. excelente actuacion y desarrollo de la trama.

Una entretenida obra de arte digital.