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Rakuen es de esos títulos que me devuelven la ilusión por los videojuegos. Fueron pocos los segundos que me hicieron falta para caer rendido ante la majestuosidad de una banda sonora que me incitaba a continuar y adentrarme en una experiencia única llena de historias y emociones.

El cuidado y cariño que le ha puesto Laura Shigihara a la que es su primera obra como desarrolladora es apreciable desde el primer instante. Pero que no os engañe la estética tan colorida y viva, esta no es más que una fachada que sirve para ocultar temas tan duros como la pérdida o la soledad. Por ello, Rakuen no tiene como objetivo un público infantil sino todo lo contrario.

La historia cobra sentido gracias a unos personajes sumamente bien creados, de los cuales iremos conociendo sus ilusiones, esperanzas y miedos. Es decir, profundizaremos y conoceremos un pedacito de sus vidas, lo que hará que en ciertas ocasiones nos veamos reflejados a nosotros mismos en sus propias vivencias.

Dentro de su jugabilidad, no es solo una aventura gráfica. También cuenta con otros elementos como puzzles y hasta cierta exploración, que si bien no es extensa, sí es suficiente para dejar buen sabor de boca.

Y, pese a que ya lo mencionaba al comienzo de la reseña, musicalmente es impecable. Laura es toda una veterana en este terreno. Habiendo compuesto y diseñado anteriormente los sonidos de juegos como Plantas vs Zombies o To the Moon, era de esperar por su parte un trabajo excelente, lleno de sentimiento. Cada una de las melodías y piezas musicales suenan en el momento exacto, uniéndose en armonía con lo que sucede en nuestra pantalla.

Si lo que buscáis es una buena historia, dadle una oportunidad, no os va a dejar indiferentes.

Gracias por compartir con nosotros tu talento, Laura.

La vida es un camino de incontables experiencias, unas más significativas y otras más irrelevantes. Para mí, “To the Moon” ha sido algo único y por ello me es imposible ser objetivo al realizar este análisis, si aún así quieres seguir leyendo, te lo agradezco.

Realmente tengo dos polos opuestos a la hora de hablar de la obra de Kan Gao. Por un lado, siento un amor incondicional hacia este videojuego, pues son muchos los sentimientos y emociones que ha despertado en mí. Por otro lado, he de admitir que tengo cierto odio porque tras haberlo disfrutado al máximo se que no volveré a encontrarme algo de tal calibre en mucho tiempo y eso me apena.

To the Moon nos pone en la piel de Eva Rosalene y Neil Watts, dos trabajadores pertenecientes a la corporación Sigmund, una compañía dedicada a conceder deseos a las personas alterando la memoria de estas mediante el uso de la tecnología. Nuestros protagonistas entran en juego cuando son enviados a la casa de un anciano para cumplir su último deseo.

A partir de este punto, comienza un viaje inolvidable a través de los recuerdos de la adultez, adolescencia y niñez de Johnny, el anciano en cuestión. Remembranzas olvidadas e inesperadas que harán florecer nuestras emociones al rojo vivo.

Sumado a la ya de por sí grandiosa historia tenemos la banda sonora compuesta por el mismo Kan Gao y Laura Shigihara. Un álbum musical precioso en el que predominan las piezas de piano y cuyas notas intensifican constantemente cada uno de los momentos que To the Moon nos brinda.

En definitiva, por mucho que escriba nada va a hacer justicia a este juego. Simplemente os invito a que lo experimentéis y lo disfrutéis, ojalá tanto o más como lo hice yo en su día.

Es una gozada que cuando un compañero no coopere con el resto del equipo puedas pegarle un martillazo en la cabeza.