Hollow Knight no aporta nada nuevo a los metroidvanias, y toma prestadas varias mecánicas de los Dark Souls, y aun así es uno de los juegos más únicos que he jugado en años recientes, con un gameplay pulidísimo, una duración excelente, un diseño de mapa bestial, un balance entre reto/satisfacción casi perfecto, y uno de los pocos juegos del género, donde juntar coleccionables es divertido y no se siente como una mera tarea o relleno.

El juego empieza con nuestro personaje llegando a Hallownest, el que alguna vez fue un Reino de insectos muy prospero, pero del que ahora solo quedan ruinas, melancolía y un sentimiento de derrotismo en los pocos sobrevivientes que aún se mantienen cuerdos… y eso es todo lo que se nos cuenta al inicio, la historia es muy profunda, pero vas a tener que indagar bastante para enterarte de que paso ahí, quien es el personaje que manejamos, y que es lo que lo lleva a Hallownest, el juego se puede disfrutar perfectamente sin enterarte de nada de la historia, pero realmente vale la pena hacerlo.

Mecánicamente es un metroidvania, iremos obteniendo habilidades que nos servirán para llegar a nuevas áreas, están todas las clásicas (doble salto, dash, agarrarse de las paredes etc.), aunque con agregados que le dan reto, por ejemplo, no tenemos mapa cuando entramos a una área nueva, tenemos que buscar al cartógrafo y comprarle el mapa, y en el trayecto el sentimiento de descubrimiento es muy satisfactorio, también está el castigo por morir, el cual consiste en perder todo el Geo que tengas reunido, la moneda del juego, y solo se tiene una oportunidad de recuperarlo, regresando a donde moriste y matando a la sombra que dejaste ahí, si mueres en el trayecto tu Geo se perderá para siempre. Hablando del mapa, me parece magistral la manera en que esta interconectado, diseñado de manera milimétrica, y se agradece, ya que revisitaremos mucho las mismas áreas, hay viaje rápido, pero las estaciones son muy escazas, el combate también es destacable, inicialmente tienes 5 mascaras, cada una es un golpe de daño que puedes recibir, y los cuales puedes recuperar sentándote en los bancos, o usando la habilidad de concentración, la cual gasta “alma” que es un tipo de energía que vas juntando pegándole a los enemigos, pero que también sirve para usar habilidades ofensivas. Hay una variedad enorme de enemigos, algunos llegándo a sentirse muy únicos, pero lo mejor sin duda son los jefes, los cuales se sienten en la mayoría de casos como una conclusión épica al área que acabas de pasar.

Quería mencionar como punto aparte los coleccionables y las cosas secundarias en general del juego, y desde ya, si piensas comprártelo, recomendarte buscar el 100% del juego desde la primera vez que lo juegues, es una de las mejores experiencias que he tenido con un mando en las manos en años, el reto es alto, pero no se siente para nada injusto, mis partes favoritas del juego, como lo son el White Palace, la quest de la flor o Trial of the Fool son todas secundarias. Y el coleccionar a los gusanos o los amuletos, es realmente divertido, ambos te entregan mejoras o dinero, por lo cual no se siente como una tarea sin más, así que vuelvo a repetir, que realmente recomiendo hacerlo todo desde la primera partida.

Gráficamente es precioso, el diseño de todos los personajes es único, y la arquitectura de Hallownest no se siente para nada como el típico mundo de insectos, pero lo que para mí se lleva las palmas es el OST, hay muchas partes donde el juego emplea el silencio para trasmitirnos lo que está pasando en el reino, pero cuando decide usar alguna melodía el juego gana demasiado, piezas como “City of Tears” quedaran en mi memoria por mucho tiempo.

En conclusión, Hollow Knight es un título que me sorprendió gratamente, realmente me cuesta encontrarle errores, mas allá de algunos bajones de framerate puntuales, y que viéndolo fríamente no innova en casi ningún sentido, pero que aun así, es una experiencia que recomendaría a cualquier persona que guste de un buen reto y de los metroidvania.